Breve historia de la escritura y el pali

El autor de Mindfulness. La atención consciente, Fernando Rodríguez Bornaetxea, revisita brevemente en su libro la historia de la escritura religiosa y del pali como lengua que recogió los primeros textos budistas. De la lengua pali, Rodríguez Bornaetxea explica su posible origen, evolución y su uso y presencia en la actualidad.

Los últimos siglos antes de nuestra era conocerían el paso de la transmisión oral a la escritura. La historia, en términos clásicos, comienza con los documentos escritos. La religión, que era el aglutinador social de aquellos tiempos, se vería transformada por la escritura. Cuando los textos religiosos pasan a ser escritos, tienden a tomar una dimensión de autoridad mayor que la tradición oral basada en la memoria. La mayoría de las religiones (judaísmo, cristianismo, islam, budismo, jainismo, sikhismo, confucianismo, taoísmo, etc.) recurrirán a escrituras sagradas para codificar la voluntad de sus líderes fundadores y las verdades superiores de su «revelación». Pero no todos los textos sagrados tienen el mismo grado de autoridad. Hay diferencias entre textos con máxima autoridad y textos sin autoridad o versiones de los mismos textos. Esto es lo que se llama proceso de canonización, en el que se escogen los textos que pretenden transmitir verdades universales y válidas sobre asuntos de importancia. Hemos de tener esto en cuenta a la hora de entender el canon budista.

Los cánones como el confuciano, el taoísta y el budista en Oriente, y el Avesta, la Biblia hebrea o las recensiones de «clásicos» griegos en Occidente datan del período entre el 200 a.C. y el 200 d.C., es decir, en el caso del budismo, más de dos siglos después de la muerte del Buda histórico.

Las primeras pruebas escritas de la existencia del budismo proceden de tiempos del rey Ashoka, que gobernó el reino Maurya, que ocupó la mayor parte de la India actual, entre el 269 y el 232 a.C. Las inscripciones del emperador Ashoka están escritas en una lengua prákrita; esto es, «original, natural, normal, usual», en el sentido de vernácula, en contraste con el sánscrito litúrgico y literario. El término prácrito se refiere a un conjunto de lenguas distintas que se hablaban en la antigua India. Mientras que el sánscrito era un idioma culto utilizado por los brahmanes (sacerdotes) en los rituales religiosos, el prácrito fue el medio por el que se difundieron tradiciones como el jainismo o el budismo. Ashoka promulgó edictos que fueron traducidos a varias lenguas prácritas y difundidos por todo su reino. Los estudiosos convienen en señalar que los textos budistas más antiguos son los escritos en pali, aunque —con el paso del tiempo— las escrituras budistas han ido formando un cuerpo enorme de textos escritos en multitud de lenguas asiáticas.

El pali fue considerado por los primeros budistas similar lingüísticamente al antiguo magadhi o incluso que constituía una continuación directa de ese idioma, con mucha probabilidad la lengua que utilizó el Buda. Las escrituras del budismo Theravada, la escuela más antigua del budismo en la actualidad, que con anterioridad se habían transmitido oralmente, fueron escritas por primera vez durante el siglo I a.C. en lengua pali.

T.W. Rhys Davids (el primer occidental traductor de pali) sugería que el pali podría haberse originado como una forma de lengua franca o lengua de intercambio del laicado culto, utilizada en la época del Buda. No obstante, la mayoría de los académicos modernos consideran que el pali evolucionó durante siglos, volviéndose bastante fijo cuando se redactó el Canon Pali en Sri Lanka. En la India, acabaría siendo remplazado por el sánscrito como lengua literaria y religiosa.

La obra de Buddhaghosa, en el siglo V d.C., tuvo gran peso en el resurgimiento del pali como un idioma académicamente importante en el pensamiento budista. El Visuddhimagga (el manual de meditación budista más influyente) y los demás comentarios que Buddhaghosa escribió codificaron y condensaron la tradición de comentarios que había sido preservada en Sri Lanka desde hacía siglos.

Actualmente, se estudia pali principalmente para tener acceso más directo al estudio de las escrituras budistas más antiguas, y se utiliza en recitaciones en contexto ritual. En el Sudeste Asiático, el pali es hoy en día una lengua sacra, en el mismo sentido que el latín eclesiástico en Europa Occidental. Todavía los monjes budistas redactan textos en pali, y usan este idioma como lingua franca en Birmania, Sri Lanka y Tailandia, donde asimismo se encuentran los grandes centros de aprendizaje de pali.

Desde el siglo XIX, diversas sociedades se han dedicado a impulsar los estudios en pali en el mundo. La Sociedad Maha Bodhi (Maha Bodhi Society), fundada por Anagarika Dhammapala, es quizás la que más ha promovido la información y preservación de la lengua y su literatura. En Europa, la Sociedad de Textos Pali (Pali Text Society), con sede en el Reino Unido, ha sido una importante impulsora del estudio de pali por los académicos occidentales desde su fundación en 1881. La Biblioteca Real de Dinamarca es la institución que posee las principales colecciones de manuscritos palis.

Anterior
Anterior

Los concilios y el Canon Pali

Siguiente
Siguiente

Thich Nhat Hanh y 5 citas en busca de la compasión