Mahamudra (budismo): samsara y nirvana son inseparables

Dzogchen Ponlop Rinpoché, destacado representante del linaje de la sabiduría Dzogchen y Mahamudra, presenta en el libro Despertar salvaje la visión y las prácticas de estas dos tradiciones con un enfoque pragmático y un estilo informal. Rinpoché enseña que, si nos ejercitamos en estas prácticas, todos podemos experimentar nuestro mundo de forma más directa

En este fragmento de Despertar salvaje encontrarás el por qué se considera que en la sabiduría budista Mahamudra no existe separación entre samsara y nirvana.

Desde la perspectiva del Mahamudra de la base, el samsara y el nirvana son inseparables.

No hay nirvana o liberación que exista aparte del estado del samsara. De igual modo, no hay samsara que exista como una entidad separada del estado de liberación o nirvana.

Entre estos dos estados, no hay diferencia alguna. La naturaleza del samsara reposa en la naturaleza del nirvana. La naturaleza del samsara no es samsara; no está confundida y no es tan rígida y sólidamente existente como la percibimos y la experimentamos. Esa naturaleza está completamente libre de toda fabricación. Por lo tanto, la naturaleza del samsara es la naturaleza de la liberación. Es por eso que la súplica al linaje Kagyu dice: «La naturaleza de los pensamientos es dharmakaya». Esa naturaleza es, de hecho, el estado último de la budeidad.

Debido a que la visión del Mahamudra de la base es que el samsara y el nirvana no son separables, no vemos dos cosas separadas cuando observamos estos dos estados desde el punto de vista del Mahamudra.

No vemos este lugar como samsara y aquel lugar como nirvana. No vemos un estado como un lugar de confusión, sufrimiento y desdicha totales y pensamos que partiremos de este lugar para ir a otro lugar llamado liberación o nirvana. Desde el punto de vista del Mahamudra, esa es una visión errónea. Desde la perspectiva del Mahamudra, vemos que nuestras emociones perturbadoras son inseparables de la sabiduría.

No solo vemos que la naturaleza del samsara es nirvana, sino que, además, vemos que la naturaleza de nuestra mente de klesha es sabiduría. La naturaleza de nuestras emociones y de las expresiones varias de nuestros pensamientos emocionales no son sino expresiones de nuestra sabiduría. Toda la experiencia del dolor y sufrimiento samsáricos es, simplemente, la expresión de esta liberación base. Por ende, no hay nada que temer. No hay nada por lo que tengamos que sentirnos mal, porque el samsara mismo está en el estado de liberación.

En este sentido, no hay pensamientos que descartar, porque la naturaleza del pensamiento es la sabiduría de un buda.

Percibimos las emociones meramente como emociones, porque no contamos con un método para observarlas clara y precisamente. Por lo tanto, vemos las emociones como perturbadoras e irritantes, y experimentamos su energía como destructiva. Esta visión particular está basada en la percepción del ego de nuestras emociones. Sin embargo, si observamos nuestras emociones cuidadosamente, entonces aparecen como una expresión de sabiduría. Ya no vemos la emoción como una emoción ordinaria.

Cuando alcanzamos la realización de la visión del Mahamudra de la base, vemos la naturaleza inseparable de la base, el camino y la fructificación. No hay nada que separe al camino de la base. No hay nada que separe a la fructificación de la base. En otras palabras, comenzamos nuestro viaje en este nivel de la base, y terminamos nuestro viaje allí mismo. Regresamos a este estado fundamental, en el cual vemos la inseparabilidad del samsara y el nirvana.

Es esencial que desarrollemos la visión del Mahamudra de la base para comprender no solo el camino del Mahamudra, sino también el camino del Vajrayana. No puede haber camino Vajrayana sin esta visión pura y genuina del Mahamudra de la base.

Es esta visión la que nos ayuda a desarrollar la perspectiva sagrada del camino del Vajrayana. Por lo tanto, antes de embarcarnos en nuestro viaje, es vital comprender la base, porque es el foco principal del camino. Cualesquiera que sean los métodos y las prácticas que aplicamos en el camino, estamos en realidad practicando la base. Estamos practicando de acuerdo con la visión de la base, que es la visión de la naturaleza fundamental de la realidad. No importa cuán vigorosamente practiquemos en el camino, en el futuro volveremos a esta base. Puede parecer que nos alejamos de ella cuando alcanzamos el nivel del camino y luego el nivel de la fructificación. En realidad, estamos regresando al estado fundamental, que es el nivel del Mahamudra de la base.

Es absolutamente necesario para nosotros reconocer que el aspecto resultante del Mahamudra existe ya en este preciso nivel de la base.

De hecho, todo lo que estamos haciendo es redescubrir esta base. Podríamos decir que nos estamos reuniendo con el aspecto de la base a través del método del camino. Llegar al punto del retorno real a la base, experimentándola y estando en ella plenamente, es lo que llamamos el aspecto resultante.

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